CLUTCH LLULL

El "clutch player" es aquel jugador capaz de definir un partido con un último tiro en uno de esos segundos finales. Uno de esos tipos capaces de cambiar el rumbo de un partido cuando faltan 2 ó 3 segundos para el final, y paradójicamente, puede que incluso no esté haciendo un buen partido, pero... el talento es así: surge cuando menos te lo esperas, y si dejas a un grande 1 milímetro de espacio en los segundos finales, puedes darte por muerto.

No encuentro mejor definición para catalogar al último MVP de la fase final de la Copa del Rey 2017 en Vitoria. Sergio Llull es un tipo diferente, con capacidad técnica y física para dominar este deporte, por eso podemos decir sin miedo a equivocarnos, que ya estamos ante uno de los grandes del deporte español.

Sergio Llull se consagró definitivamente como jugador en la temporada 2006/2007 en el Basket Manresa en Liga LEB. Sus buenas actuaciones en el equipo catalán hizo que el Madrid pusiera los ojos en ese joven talento con denominación de origen menorquina. Hizo una apuesta por un jugador de LEB, y ha resultado ser un auténtico acierto.

Tras 10 temporadas en el equipo blanco, sus números han ido “in crescendo” de manera cósmica. Sus estadísticas durante este periodo de tiempo le avalan (más de 10ppp y 3app para más de 11 de valoración). Buenas cifras para una carrera profesional en un club de alta exigencia como el Real Madrid. Si contamos los playoff de los últimos 3 años (16ppp, 4rcp y 8app para más de 31 de valoración), simplemente estamos hablando de uno de los jugadores más influyentes en el baloncesto europeo.

Pero Sergio Llull es algo más que números. Sergio aporta una gran cantidad de intangibles que no pueden plasmarse en una pizarra. Garra, fuerza, determinación, corazón, y sobre todo, PEGADA. El último ejemplo lo hemos podido ver en esta Copa del Rey.

A pesar del cuantitativo y cualitativo talento del que dispone Pablo Laso en su plantilla, Sergio es el jugador que marca el ritmo dentro de la pista. Él es el auténtico referente, la extensión de Laso en la pista. Sergio marca el ritmo del partido. Acelera cuando tiene que hacerlo, pone pausa con la ayuda de Draper o Doncic cuando es necesario. Y no solo eso, si no que es capaz de ganar partidos y títulos (tanto individuales como colectivos).

Ese carácter es lo que precisamente le hace ser especial. Un tío tan batallador en la pista como tranquilo fuera de ella en su vida personal. Es absolutamente antagónico la forma de vida de Sergio dentro y fuera de una cancha de baloncesto. Fuera disfruta de los suyos, de su familia y de sus perros (Buddy y Thor). Dentro, simplemente disfruta con lo que hace. Y lo hace como bien sabe, vestido de espartano.

No podemos saber que habría sido de este Real Madrid sin Sergio Llull, pero sí podemos saber lo que es. Un equipo de leyenda.