EL EFECTO PESIC

El 7 de febrero de 2018 llegaba Pesic a Barcelona para coger las riendas del Barcelona Lassa tras la destitución de Sito Alonso. Con una sonrisa, comentarios jocosos en su presentación y pinta de abuelo "bonachón", nadie podía imaginar que se haría con el equipo en tan breve espacio de tiempo.

Pesic apenas llegó con el tiempo justo para aprenderse los nombres de pila de sus jugadores, pero en su primera semana de estancia ganó la Copa del Rey, eliminando a Baskonia, Gran Canaria y Real Madrid, casi nada. Me imagino al bueno de Sito tirándose de los pelos en el sofá de su casa, pero, ¿qué ha cambiado Pesic en este Barcelona?

El líder es Heurtel

Ni más ni menos. Heurtel con sus defectos desde la dirección (que los tiene) y sus numerosas virtudes se ha convertido en el faro del Barcelona. Pesic le ha dado las galones de manera definitiva y clarividente. El francés ha respondido a la perfección y se ha convertido en el estilete ofensivo y la extensión del entrenador en la cancha. En el partido de ayer frente a San Pablo Burgos estuvo simplemente excelso.

Recuperación de Tomic

El croata ha sido continuamente señalado y criticado como uno de los males endémicos del equipo. Su carácter poco agresivo le ha pesado como una losa durante toda su carrera. Es evidente que si Tomic diera atrás lo que ofrece en facetas ofensivas estaríamos hablando de un TOP 5 de los pivots NBA. Pesic lo ha mimado y recuperado y le ha colocado en la zona de la pista donde es tremendamente decisivo. Si tras varias situaciones de bloque se sitúa y recibe dentro de la zona, su tremenda calidad le hace ser diferencial con el manejo de sus dos manos. El bloqueo y continuación también es una de sus virtudes. Genera espacio para tiros abiertos de sus compañeros e incluso el mismo puede recibir en ventaja cerca del aro. No olvidemos que con esta jugada y con Marcelinho Huertas, Xavi Pascual le ganó una liga al Real Madrid con su equipo agonizando.

Rotación corta

Con la copa ganada y eliminados de la Euroliga, se acabaron las rotaciones para llegar frescos al final de la temporada. El equipo “sólo” tiene un partido decisivo cada semana de ACB para garantizar el segundo puesto en la Liga Regular, ya que el primero será para el Real Madrid salvo descalabro mayúsculo de los blancos. Con esto Pesic pretende mantener activo a su núcleo duro, así como que no puedan eludir su responsabilidad individual tanto defensiva como ofensiva.

Reducción de sistemas de ataque

Se acabaron los sistemas revolucionarios y con numerosas variantes. El libreto de jugadas (más propio de la NFL que de la ACB) ha desaparecido de las taquillas de los jugadores. Mucho bloqueo directo para generar ventajas a las jugadores exteriores o continuaciones con pivots que ofrecen alternativas muy diferentes. Tomic aporta apertura de campo en el pick and roll, Moerman tiro exterior y Oriola una agresiva continuación. Muchas alternativas para difuminarlas entre líneas continuas y discontinuas.

Renacer de Victor Claver

Mención aparte creo que merece el Valenciano. El ala pivot desplegó posiblemente (obviando su paso por Lokomotiv) su mejor juego cuando le entrenaba Pesic en Valencia. Parece que para ellos no han pasado los años y el entrenador serbio ha sabido recuperar esa confianza en el juego de Claver. Siempre he dicho que con esa calidad y condiciones físicas debería ser un jugador de 12/8 todos los partidos. No está todavía en esos guarismos, pero la recuperación de Victor Claver le ha aportado a Pesic una vía de escape muy interesante ante los problemas que se le generan tanto atrás como adelante.

Como ya hemos dicho, la Euroliga hace tiempo que terminó para el Barcelona, pero la recuperación anímica en competición doméstica del Barcelona tras la victoria en la Copa del Rey le hace estar de nuevo en la terna de favoritos para conseguir la ACB. No sabemos si conquistará el título o no, pero apostaría a que disputará la final contra el Real Madrid. Los blancos son favoritos sin duda, y más con factor cancha en toda la serie, pero ojo, que Pesic ya ha demostrado capacidad suficiente para generar victorias imposibles.