UN CAFE CON… PETAR NAUMOSKI
- simplementebaloncesto
- 19 jul 2017
- 8 Min. de lectura

"Para una selección como la de Macedonia, el impacto de las nacionalizaciones de jugadores ha sido muy positivo."
Petar Naumoski, one of the best guards of the 90´s. He currently runs a men’s clothing business. Its elegance on the court has moved to fashion.
The interview has been translated into Spanish, but if you want to read the original interview in English, click the following link.
P: Naciste en 1968 en Prilep, entonces Yugoslavia y actualmente Macedonia. ¿Cuándo y donde empezaste a jugar al baloncesto?
R: Nací en Prilep, una ciudad que en esa época (1968) era parte de Yugoslavia, ya que Macedonia no declaró su independencia hasta 1990. Empecé a jugar al baloncesto con 15 años, ya que antes jugaba a fútbol. Mi primer contacto “oficial” con un equipo de baloncesto fue con el Rabotnicki a mediados de 1983.
P: Cuando jugabas de pequeño, ¿alguna vez pensaste que podrías ser profesional o era solo una afición?
R: En ese momento, y hasta el día de hoy, el deporte siempre ha sido una de mis mayores pasiones. Incluso ahora invierto cada segundo que tengo libre para jugar un partido de fútbol, baloncesto o tenis. Cuando era más joven, me concentré en mejorar mi juego en la pista. Gracias a esto pude convertirme en un jugador profesional.
P: En 1989 debutas como profesional en la Jugoplastica de Split, donde consigues dos Euroligas. ¿Eras consciente de la magnitud del equipo en el que estabas jugando?
R: Empecé a jugar en la Jugoplastika de Split nada más terminar de servir en el ejército, lo cual por entonces era obligatorio. El año anterior a mi llegada, la Jugoplastika había sido campeona de Europa por lo que era muy consciente de la magnitud del equipo al que llegaba, así como la calidad de los compañeros que formaban parte del equipo.
P: Kukoc, Radja, Tabak, Perasovic, … ¿Cómo fue compartir vestuario con ellos?
R: No sólo ellos, sino que podríamos añadir a Ivanovic, Savic, Sretenovic, Sobin, … así como el entrenador Bozidar Maljkovic y todos los integrantes del equipo. Realmente ninguno de ellos tenía una actitud soberbia de un jugador de clase mundial. Tenían los pies en la tierra y su amistad, tanto en la pista como fuera, significó mucho para mí. Enseguida me aceptaron e integraron como parte de ellos, lo cual fue clave para poder encajar mi juego en el equipo.
P: A principios de los años 90 viviste una de las situaciones más tristes de nuestra actualidad, la guerra de los Balcanes. ¿Cómo te afectó esta situación tanto deportiva como personalmente?
R: Desafortunadamente, a principios de los años 90 se produjo una gran tragedia en Yugoslavia que desgarró por completo una nación con gran tradición deportiva. Yugoslavia era una enorme potencia a tener en cuenta cuando se trataba de deportes, tanto a nivel europeo como mundial. Muchas personas perdieron a seres cercanos así como sus hogares. Nadie quiere vivir una situación como esa y obviamente sí que me afectó. Sin embargo, la vida continúa y espero sinceramente que algo parecido nunca vuelva a suceder.
P: ¿Perdiste algunas amistades por culpa de la guerra?
R: Por suerte no perdí a ninguno de mis amigos ni a nadie cercano, ya que la guerra no se estableció en Macedonia.
P: En 1992 fichas por el Efes Pilsen y en 1994 por Benetton de Treviso. ¿Cómo fueron esos fichajes?
R: En el verano de 1992 firmé por el Efes Pilsen. Jugué dos temporadas increíbles allí que me consagraron como uno de los mejores jugadores a nivel europeo. En ese momento, uno de los mejores equipos del continente era la Benetton Treviso, donde mi buen amigo y ex compañero de equipo Toni Kukoc estaba jugando. Mis entrenadores tanto en Efes Pilsen como en Benetton Treviso hicieron posible que mi estancia en sus equipos fuera muy exitosa. Si no hubieran sido equipos potentes, no hubiera jugado en ellos.
P: El grueso de tu carrera se desarrolló entre Turquía e Italia. ¿Pensaste alguna vez en cambiar?
R: Hablo italiano y turco de manera fluida, y vivir en estos dos países fue una experiencia increíble. No tenía sentido cambiar mi entorno.
P: A lo largo de los años 90, fuiste sin ninguna uno de los mejores jugadores de Europa. ¿Hubo en algún momento interés de la NBA por jugar su liga?
R: En 1996 fui declarado mejor jugador de Europa por una revista deportiva francesa, por lo que el interés por mí de diferentes equipos aumentó. Tuve ofertas de 4 franquicias de la NBA (Detroit, Toronto, Indiana y Chicago). El club más persistente fue Chicago, los cuales llegaron a hacerme una oferta concreta.
P: ¿Por qué no diste el salto?
R: En 1996 yo tenía 28 años y económicamente me encontraba en una situación cómoda, por lo que el dinero no era lo más importante para ir a jugar a la NBA. Las cantidades que se manejaban allí eran menores en comparación con los grandes clubes de Europa. Le pedí a la franquicia (siempre que mi condición física me lo permitiera) disfrutar como mínimo de 20 minutos por partido. No aceptaron ese requisito, por lo que no quise iniciar esa aventura y arriesgar mi carrera.
P: Mucho se habló en la época de Aíto García Reneses de que quería ficharte para jugar en el Barcelona. ¿Estuviste en algún momento cerca de fichar por el club azulgrana?
R: Jugué en numerosas ocasiones contra el Barcelona, pero desafortunadamente por entonces era un club poco estable financieramente. Su presupuesto era más pequeño en comparación con el de Efes Pilsen, por eso nunca llegué a jugar allí. Aún así, Barcelona es una de las ciudades más bonitas de Europa y han crecido mucho como institución.
P: Me gustaría saber si ahora visto con perspectiva hay alguna decisión que tomaste en tu carrera que ahora tomarías de otra manera.
R: Analizándolo fríamente no cambiaría nada. El desarrollo de mi carrera fue muy natural. Muchas veces la toma de decisiones no dependía sólo de los jugadores, sino también del entrenador y del club, por eso eramos profesionales.
P: ¿Quién fue el entrenador que más te ha influido y por qué?
R: Bozidar Maljkovic y Aca Nikolic fueron los entrenadores que me dieron la oportunidad de desarrollarme como jugador. En los últimos años de mi carrera el entrenador que mejoró considerablemente mi conocimiento del juego fue Mike D’Antoni. Él me ayudó a mejorar mi confianza y alcanzar grandes cotas como jugador. Fue sin duda un gran jugador en el pasado y más tarde resultó ser un entrenador increíble.
P: Algún rifi rafe que hayas tenido en una pista de basket que nos puedas contar.
R: Nunca he tenido peleas en la pista. Siempre estaba lleno de energía positiva, tanto para mis compañeros de equipo como para los rivales. Por esta razón mantengo todavía excelentes relaciones tanto con mis antiguos compañeros como con los aficionados.
P: Cuéntanos alguna anécdota divertida que te ocurriera relacionada con el baloncesto.
R: Jugaba con Efes Pilsen, equipo que por entonces era uno de los referentes a nivel europeo, pero digamos que yo no tenía un “ejército” de fans. Era el campeonato nacional turco, donde todos los partidos se jugaban en fin de semana, y nuestro equipo jugaba contra Fenerbahce, Galatasaray y Besiktas. Obviamente sus aficionados apoyaban a su equipo y abucheaban a mis compañeros, pero yo recibía aplausos y el cariño de todos ellos. Incluso se quedaban después del partido para hacerse fotos y que les firmara autógrafos. Cuando terminé el partido, tenía curiosidad por conocer el por qué de esta situación, así que les pregunté. “Eres nuestro ídolo, y venimos habitualmente a verte en los partidos internacionales. No tiene sentido que no te animemos si juegas otro tipo de partidos”. Me encantó la respuesta.
P: Como Macedonio, me gustaría preguntarte por la situación actual que implica a tu país en las nacionalizaciones express. Jugadores como Bo Mclebb, Jeremiah Massey,… fueron nacionalizados sin apenas tener vínculos con el país. ¿Cómo ves esta situación?
R: Creo que habría que remontarse a mi época de jugador, cuando sólo se permitían dos jugadores extranjeros por equipo. Era una buena normal, ya que creo que contribuía al desarrollo del juego y de los jugadores de un país. Con el cambio que realizó la FIBA (sólo un jugador nacionalizado por selección) se facilitó que Macedonia pudiera tener esos jugadores que dices (Massey, McCaleb, Hendrix, etc) en la convocatoria. En el Eurobasket de Lituania en 2011, McCaleb (macedonio desde entonces) nos ayudó con un impacto directo en conseguir nuestra mejor clasificación en un campeonato de Europa (terminamos cuartos). Desde mi punto de vista la experiencia es positiva y no entiendo por qué alguien podría estar en contra de esta normativa. Si fue aprobado por la FIBA, ¿quienes somos nosotros para juzgarla?. Prácticamente todos los equipos de Europa se benefician de estas nacionalizaciones.
P: En 2007 estuviste muy cerca de ser entrenador del Efes Pilsen, pero al final no pudo ser. ¿Tuviste más ofertas para ser entrenador?
R: Tengo una gran relación con el dueño del Efes Pilsen. Hubo un interés real en que me convirtiera en el entrenador del equipo, pero no llegamos a un entendimiento total y el asunto no salió adelante. No he tenido ninguna otra oferta para entrenar, pero tengo que admitir que en el fondo tengo cierta curiosidad de saber cómo me desenvolvería en una situación como esa. Como ya te dije, el deporte es mi gran pasión, y hubiera sido una oportunidad y un gran desafío para demostrar mis capacidades. Me hubiera encantado llevar la dirección de un gran equipo para poder difundir mi experiencia como jugador.
P: En 2015 fuiste nombrado presidente de la Federación Macedonia de Baloncesto. Cuéntanos un poco tus funciones allí.
R: El 1 de mayo de 2015 fui elegido como Presidente de MBF y desafortunadamente la situación del baloncesto en ese momento (financieramente) era devastadora. Tuvimos que lidiar con muchos problemas, y la cuenta bancaria de la Federación fue bloqueada debido a una deuda que se arrastraba desde hacía más de 16 años. No fue una situación sencilla, pero tras 2 años y 2 meses la revertimos completamente. No sólo desbloqueamos la cuenta bancaria, sino que también impulsamos las categorías inferiores que habían sido muy descuidadas en el pasado. Debemos de ser conscientes de que los equipos juveniles son el futuro de nuestro baloncesto. Hasta cierto punto estoy satisfecho con mi trabajo. Siempre se puede mejorar, así que nos esforzamos duramente todos los días para conseguirlo. Lo único que me molesta es la falta de resultados con la selección absoluta nacional masculina. Tras el éxito de Lituania en 2011 se produjo un relevo generacional ante la falta de resultados, pero no se analizó fríamente en cómo debía hacerse. Espero que en el futuro podamos volver a la situación que nos corresponde.
P: Si no estoy equivocado, ahora tienes una línea de ropa masculina. Cuéntanos un poco sobre este proyecto.
R: Nos hemos involucrado en un negocio de moda introduciendo un nuevo producto en el mercado que oficialmente saldrá este otoño. Primero lo implantaremos en Turquía y la idea es trabajar sobre ropa deportiva. De momento es todo lo que te puedo contar.
P: Actualmente tienes tres hijos, ¿van a seguir la estela de su padre como jugadores de baloncesto?
R: Mi primer hijo es Adrian, Mihail es el segundo y la tercera es Kristina. Tanto Adrian como Mihail comenzaron muy pronto a jugar a baloncesto, pero nadie puede asegurarles que vayan a tener éxito. Estoy a su disposición para ayudarles en su esfuerzo y con una buena ética de trabajo, pero la decisión final depende de ellos mismos. Ambos quieren convertirse en grandes jugadores y debo admitir que tienen talento. Mi hija no está tan involucrada en los deportes, pero le gustan mucho los caballos.
P: ¿Cómo ves el nuevo formato de la Euroliga?
R: El nuevo formato acerca la competición al modelo NBA, donde dentro de una misma semana se juegan varios partidos. Esto consigue atraer a muchos más patrocinadores que ayudan económicamente tanto a la propia liga como a los clubes. También es cierto que tener tantos partidos comprimidos implica menos tiempo de descanso de los jugadores que puede derivar en lesiones y agotamiento. Independientemente de todo esto, creo que el nuevo formato es mucho más atractivo para el espectador.
P: Este nuevo formato es mucho más exigente, pero, ¿no crees que penaliza a los equipos que juegan en ligas muy competitivas (España) y favorece a los que tienen ligas más débiles? Al final es una exigencia muy alta durante toda la temporada.
R: Este formato ha forzado a los equipos a ampliar sus plantillas con más jugadores de calidad en la rotación. De esta manera, los entrenadores pueden dar muchos más minutos a todos los jugadores de los que dispone y mejorar el rendimiento de ellos en la cancha, ya sea en competición doméstica o internacional.
P: Gracias Petar por dedicarnos tu tiempo para esta entrevista y mucha suerte en tu nuevo proyecto relacionado con la moda.
Comments